jueves

Está bien, sí. Creo en las segundas oportunidades y creo en el perdón. Pero sinceramente creo que en esta montaña rusa ya vamos por la oportunidad número mil y mi corazón d e s g a s t a d o necesita bajarse, escaparse y escupir en un papel todas las angustias que no te puede gritar; porque el juego va rápido, demasiado rápido como para que me puedas oir [ al menos todavía quiero creer que es por eso y no porque NO QUERES escucharlo].

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