domingo
















Me acomodé entre las sábanas, todavía con los ojos cerrados. Y lo sentí. Sonreía, de eso estaba segura. Oculté una sonrisa entre mis labios con un suspiro arrugando lentamente la almohada entre mis dedos. Su perfume cada vez más cerca, mezclándose en mi pelo. Una mano, su piel en mi piel.

Cosquillas. Miles. Guerra de risas. Desayuno de besos.



- Buen día, princesa.
- Buen día, amor.



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