La primera vez que la vi? Sin lugar a dudas tuve la impresión de que era… diferente. Tenía los ojos hinchados – con el tiempo supe que fue porque había estado llorando hasta pocos minutos antes – y su cabello estaba desarreglado por el típico viento de Mayo en la ciudad. Sin embargo algo me sucedió; sentí como si mis pies no tocasen la tierra y mi estómago estuviese vacío, ligero. Mmm como esa satisfacción que te da el andar en bicicleta después de mucho tiempo; las manos al aire te invitan a ser libre y una brisa refrescante te impulsa a seguir. - Quebró sus labios en una media sonrisa – Me atrevería a decir que incluso fue similar a esa mínima situación de adrenalina que corre cuando estás por perder el equilibrio y el corazón salta alerta. Sí, enamorarme de ella es como andar en bicicleta. Mi corazón sigue dándome esa señal después de todo este tiempo.