- Ella sentía que tenía absolutamente nada en especial. Joder, que era la tipa más cachonda que había conocido en mi vida; y sin embargo, con su ingenuidad galopante, no se daba cuenta de cómo la sala se inundaba de perfume a alegría cuando entraba. Es que verás, a veces me daba la sensación que tenía perlas en vez de molares y que sus ojos eran diamantes en bruto. Incluso la forma en que jugaba con su cabello cuando estaba nerviosa llevaba su marca personal, enrulando un mechón pelirrojo entre los dedos antes de hacerlo un rodete de corta vida. Joder, que ella besaba como nadie. Cantaba cuando preparaba el café por las mañanas y mufaba por lo bajo cuando el noticiero pronosticaba demasiada humedad. Joder, que ella era más que especial en cada uno de sus detalles.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario