jueves

Como esos amores de colectivo, de esos que se aparecen entre una multitud a medio despertar entre choques de pieles y pilotos de lluvia. A veces resulta ser un acercamiento silencioso, otras con un soundtrack de película proveniente de tus pequeños auriculares. Después viene la esporádica mirada con las ganas de que sostenga para siempre o al menos un trayecto; nuestro trayecto. Pero, para serte sincera, desde la mañana en que me dijiste “hola” entre un señor barbudo y dos turistas brasileros, la sensación pasó a ser más bien de montaña rusa y no la típica que se siente en el 152 antes de las diez.
jimoro. me acuerdo que vos tenías una que relataba algo así ;] , so.. this is for u .

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