jueves


Ella había vuelto. Tenía tatuada en la cara una sonrisa nueva, de esas sinceras que no se veían seguido por esta parte del mundo. Traía debajo del brazo un cuaderno azul, relleno de tinta, recuerdos y sentimientos que suponía nunca me iba a revelar. Entonces vi directo en sus ojos con forma de avellana y me di cuenta que había cambiado. Que estaba aquí, con la felicidad entre dientes, pero que había dejado una parte de su alma en algún lugar con el resto de sus secretos y que jamás sería la misma.



Día 12. Canción que te haga sentir en otro mundo

2 comentarios:

  1. Si, ya sé. Esto de abandonar los rincones donde una vuelca en palabras lo que las venas de tinta se lo permiten no está nada bien, pero si supieran por dónde me estuvieron acompañando Nerea y el resto de la tropa, tendría que redactarles toda una novela… así que espero que en mi ausencia Bonnie y Lucius os hayan regalado un poco de amor.

    ResponderEliminar
  2. Cuando uno tiene un acercamiento con la verdadera paz, nada vuelve a ser lo mismo.

    Muchos besos, cariño.

    ResponderEliminar