domingo

[Un año antes]



S
e sentó a mi lado, así con desgano, como quien no quiere la cosa… Así era él, mostraba su tranquilidad y sus ganas tanto como una lápida de cementerio. Tenías que saber leerle los ojos para saber qué pensaba, después de todo allí era donde escondía sus secretos. Así que lo miré con hambre de descifrar el estanque de miel debajo de sus pestañas y ganarle de mano dándole una respuesta original, pero no estuve segura de qué expresar. Él sonrió y me puso la mano en el hombro. “Raro, muy raro. ¿Y a este qué bicho le picó?” pensaba para mis adentros, decidida a disimular mi asombro y enfocar la atención en mi bolso de la escuela. Entonces sacó un jazmín, chiquito y precioso, y me lo enredó sobre la oreja izquierda.

- Feliz primavera. – Me dijo. Y yo, por primera vez en mi vida, me quedé sin nada que decir.

4 comentarios:

  1. Que preciosura de texto, cariños que estes muy bien, te sigo

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  2. Que bello. Me encantan los hombres asi, misteriosos como ellos solos, pero agarrense cuando tienen detalles de ese tipo.

    Un beso

    E.

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  3. aw es taaaaaaaaaaaaaaan dulce *-*
    "Tenías que saber leerle los ojos para saber qué pensaba, después de todo allí era donde escondía sus secretos." Me encantó ♥

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