Entonces pensé que no eras nada, nada de nada. Y que yo quería... nada, después de todo con nada no hace falta esperar algo. Porque teniendo nada, tenía todo. Porque a veces vos podías ser todo.
Se entiede? .
Y después, entre mis marañas de pensamientos apareciste con un " hola extraño " y comprendí que cuando uno espera nada, hasta eso se volvía sorprendente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario