jueves

Ahora un pequeño stop. Y literalmente digo pequeño porque la calle que corta la peatonal es algo más parecido a un camino de hormigas que una vía para que pasen los autos; con dos ligeros pasos ya se está del otro lado. Claro, por eso mismo nadie respeta al pobre señor del semáforo que se cansa de avisar que ahora no se debe pasar.

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